Nuestras prioridades estratégicas
Esta parte del plan estratégico esquematizará los lineamientos de las cinco prioridades estratégicas de la Asociación a realizarse en un plazo de tres años y trazará algunas ideas sobre las formas específicas en que se alcanzarán.
Recaudación de fondos
Ubicada en una zona de pocos recursos y con un mandato recientemente ampliado para representar a los sobrevivientes de la masacre de todo el departamento de Chalatenango, la Asociación necesita fondos para mantener sus operaciones básicas. Con fondos de donantes privados, fundaciones y subvenciones del gobierno, la Asociación podría mejorar sus comunicaciones y promover sus actividades, desarrollar programas educativos y acompañar a los sobrevivientes en la búsqueda de justicia y reparaciones. La mayoría de los miembros de la Asociación son campesinos y campesinas que viven del trabajo diario de la tierra y muchos de ellos deben dejar sus labores diarias y viajar más de una hora para asistir a las asambleas generales. Incluso una módica cantidad de fondos podría facilitar transporte para docenas de miembros que deseen participar en las actividades de la Asociación.
La compra de la tierra en Las Aradas, el sitio de la masacre del Río Sumpul, fue un logro importante para el Comité que precedió a la Asociación. Mediante una combinación de esfuerzos locales de recaudación de fondos (venta de pupusas en la plaza, por ejemplo) junto con donaciones internacionales (particularmente la ONG canadiense SalvAide), el comité firmó el contrato de compra-venta en octubre de 2016. Para la siguiente etapa, el desarrollo del monumento a la Masacre del Río Sumpul en el terreno recientemente adquirido, requerirá esfuerzos más sustanciales de recaudación de fondos a nivel nacional e internacional. La Asociación se compromete a recaudar fondos a través de una variedad de mecanismos, incluidos donantes privados, fundaciones, ONG y subvenciones gubernamentales y/o fondos de contrapartida.
Además de la recaudación de fondos para la construcción del sitio memorial, la Asociación trabajará para fortalecer sus capacidades internas por medio de capacitaciones que le permitan implementar su primer Plan Estratégico, administrar en forma eficiente y transparente los recursos, y rendir cuentas ante la comunidad. Debido a las limitaciones geográficas y de tiempo de la Junta Directiva para agilizar todas las acciones previstas, el fortalecimiento institucional requiere también la contratación de dos facilitadores comunitarios. Estas personas coordinarán y agilizarían los diferentes procesos de educación, comunicación, justicia y la sistematización de la información sobre conmemoraciones, las masacres y sus víctimas.
Objetivo principal
La Asociación participará en diversas acciones de recaudación de fondos para apoyar operaciones básicas, asambleas generales, su propio fortalecimiento de capacidades y el desarrollo de programas de educación y justicia y, en particular, el diseño y la construcción del parque memorial de la Masacre del Río Sumpul.
Pasos a seguir:
Diversificar éticamente nuestros colaboradores generadores de ingresos para poder así garantizar estabilidad financiera.
Iniciar una campaña de recaudación de fondos que permita tanto mantener nuestras actividades básicas y programas como la construcción del parque memorial de la Masacre del Río Sumpul.
Evaluar y comprender nuestra capacidad financiera.
Contratar a dos facilitadores de los procesos para agilizar todas las acciones.
Commemoration
En 1993, la Comisión de la Verdad para El Salvador, de las Naciones Unidas, publicó su reporte titulado: De la locura a la esperanza: 12 años de guerra en El Salvador, en el cual se enfatizó la necesidad de conmemorar a las víctimas de las masacres perpetradas por el Estado, a través de memoriales nacionales como condición necesaria para la reconciliación y la reconstrucción. No obstante, ningún gobierno ha cumplido aún con este mandato.
Los miembros de la Asociación junto a organizaciones como CCR y CRIPDES han llenado este vacío en Chalatenango a través de diversas actividades tales como: la construcción en el año 1993 de una placa conmemorativa en el lugar de la Masacre del Río Sumpul, organizando peregrinajes anuales y convivencias conmemorativas en el aniversario de la masacre, apoyando conmemoraciones a pequeña escala de masacres y misas para las víctimas, y documentando el conocimiento local sobre la historia regional de las masacres.
La Asociación ha estado trabajando recientemente en la documentación de las 58 masacres y asesinatos identificados hasta la fecha por diversos miembros de las comunidades.
Paralelamente a estas diversas actividades, los miembros de la Junta Directiva seguirán promoviendo la memoria histórica local, incrementando el número de participantes en las conmemoraciones, creando un registro central de las víctimas y sobrevivientes, e involucrándose –especialmente con la juventud– en la preservación de la historia de la guerra civil.
Objetivo principal
La Asociación promoverá y llevará a cabo diversas conmemoraciones de masacres de Chalatenango, que pueden incluir actos religiosos para víctimas, preservará y protegerá los sitios donde ocurrieron las masacres, creará un registro central con los nombres de las víctimas de las masacres y abogará por el reconocimiento y documentación de sitios de masacre y asesinatos adicionales identificados por la comunidad en Chalatenango.
Pasos a seguir
Preservar los lugares de masacres mediante la protección física y legal.
Involucrarse en la identificación, mapeo y conmemoración de las víctimas de las masacres en todo Chalatenango.
Identificar y mapear los lugares de masacres a nivel regional.
Crear un calendario con todas las masacres, incluyendo los nombres de las víctimas y las fechas de las conmemoraciones.
Educación
La educación sobre la Guerra Civil Salvadoreña se encuentra en una etapa crítica. Los sobrevivientes estánestán envejeciendo y la educaciónintergeneracional es fundamental para el proceso de sanación y reconciliación. Las escuelas aún no han adoptado un plan de estudios común sobre la historia de la guerra, y algunos maestros evitan el tema. La Asociación abogará por la incorporación de la historia de las masacres en el currículum escolar. De igual manera, apoyará diversas formas de educación popular (conmemoraciones, exposiciones, eventos públicos, obras teatrales) y el aprendizaje internacional.
Producto de los talleres participativos con la comunidad de sobrevivientes, se identificó la necesidad de promover talleres educativos para capacitar en diversas áreas a los miembros de la Asociación por lo que se continuará facilitando talleres educativos para sobrevivientes.
Objetivo principal
La Asociación sensibilizará y creará conciencia sobre las experiencias de los campesinos en tiempos de guerra en Chalatenango con énfasis en el aprendizaje intergeneracional, la educación popular y la documentación. Los proyectos futuros incluirán calendarios comunitarios con fechas de conmemoración de la masacre, documentales, testimonios de sobrevivientes, producción de un libro, archivos fotográficos, muestras fotográficas, teatro comunitario y talleres de desarrollo de capacitación para los miembros de la Asociación.
Pasos a seguir:
Patrocinar programas de educación popular y actividades comunitarias enfocadas en la memoria histórica de las masacres y otras terribles violaciones de los derechos humanos.
Abogar para que el currículo escolar incorpore y contemple la enseñanza de la historia de la guerra civil desde la perspectiva de los campesinos.
Promover talleres de capacitación y programas psicosocial para la comunidad de sobrevivientes.
Justicia
La Asociación reconoce la importancia de hacer justicia para los sobrevivientes de las masacres en los procesos de búsqueda de la verdad, dignidad para las víctimas y sobrevivientes, reconciliación y curación colectiva en tiempos de posguerra. Con la derogación de la ley de amnistía en El Salvador, los sobrevivientes tienen una nueva oportunidad de llevar ante la justicia tanto a los autores materiales como a los autores intelectuales de las masacres y asesinatos durante la guerra. La Asociación reconoce que la función/rol de la justicia es garantizar que este tipo de atrocidades no vuelvan a ocurrir.
En 2010, se estableció un vínculo de cooperación entre la Asamblea de Víctimas de la Masacre del Sumpul y la Oficina de Tutela Legal del Arzobispado de San Salvador, hoy “Asociación de Derechos Humanos Tutela Legal Dra. María Julia Hernández”. Tutela Legal inició en 1992 un proceso legal con 5 demandantes sobrevivientes de la masacre, el cual no avanzó, pero tampoco fue archivado, y sigue abierto en el Juzgado de Primera Instancia en Chalatenango. A partir del 2011, se incorporaron nuevos demandantes y testigos al proceso, y se solicitaron nuevas diligencias, sobre todo, el llamar a declarar como testigos a altos mandos militares con responsabilidad en la masacre. El proceso avanza con mucha lentitud, por lo cual la Asociación planea ejecutar acciones de movilización y presión hacia el órgano judicial. A través de las reuniones y asambleas con sobrevivientes se pudo identificar también un lugar donde se encuentran enterradas osamentas de víctimas, información que se incorporó al proceso. Ya se realizó una inspección por parte de la Fiscalía, y se ha solicitado a la jueza la exhumación, con peritaje del Equipo Argentino de Antropología Forense que se espera pueda realizarse en los próximos dos años. En el futuro la Asociación planea documentar e iniciar nuevas demandas legales, en otros casos de masacres que se conocen y contra algunos de los perpetradores de masacres que siguen en el país, ocupando cargos públicos e incluso viviendo en comunidades cercanas a las víctimas.
Objetivo principal
La Asociación apoyará el acceso de las víctimas sobrevivientes a justicia, verdad y reparación; lo hará, acompañando procesos legales en marcha (o futuros procesos) con acciones de movilización y presión, fomentando la investigación, reflexión sobre justicia restaurativa, justicia transicional y derechos de víctimas acompañando en el proceso legal de exhumación de cadáveres, educando a la comunidad sobre sus derechos legales, abogando por el reconocimiento simbólico y reparaciones económicas para los sobrevivientes por parte del estado, y promoviendo la verdad y la reconciliación, fomentando así la reconciliación basada en la verdad y la justicia.
Pasos a seguir:
Abogar por el reconocimiento simbólico y la reparación material por parte del Estado a todos los sobrevivientes.
Acompañar a las y los sobrevivientes en los procesos legales y en las acciones necesarias para que avancen (tales como inspecciones de sitios por parte de las autoridades, exhumaciones, movilizaciones a Juzgados o Fiscalía General de la República para presionar por la agilización de los procesos).
Iniciar otras demandas ante tribunales competentes cuando fuese legalmente factible y requerido por miembros de la Asociación.
Desarrollar talleres de capacitación y educación en materia legal y derechos de víctimas, así como espacios de reflexión sobre justicia restaurativa y transicional con las y los sobrevivientes.
Construcción del Parque Memorial de la Masacre del Río Sumpul
El diseño y la construcción del parque conmemorativo de la Masacre del Río Sumpul es el proyecto de mayor escala emprendido por la Asociación para ser llevado a cabo durante los próximos tres años. El primer objetivo de la Asociación – comprar la tierra donde el ejército gubernamental masacró a 600 campesinos el 14 de mayo de 1980– se cumplió en el otoño de 2016. Durante los 18 meses posteriores, la Asociación trabajó estrechamente con académicos de Western University, arquitectos provenientes de Bélgica, CCR, CRIPDES y SalvAide, haciendo múltiples recorridos al lugar de la masacre e implementando talleres consultivos sobre el diseño del parque memorial con la comunidad de sobrevivientes. A diferencia de muchos monumentos conmemorativos de eventos históricos importantes, los cuales son diseñados en oficinas gubernamentales en un contexto nacional altamente politizado, la Asociación se compromete a respetar y hacer realidad las propuestas y sugerencias de la comunidad de sobrevivientes.
Actualmente, visitar el lugar de la masacre requiere una caminata de dos horas por terrenos muy accidentados. Debido a que los sobrevivientes están envejeciendo y muchos ya no pueden realizar el recorrido durante las conmemoraciones anuales, mejorar vías de acceso y construir el parque memorial se hace imperativo. A medida que continúen las consultas sobre diseño en el 2018, la comunidad continuará desarrollando ideas para el parque memorial enfocadas en un monumento a las víctimas, un edificio o refugio para actividades de conmemoración, la siembra de 600 árboles para conmemorar a las víctimas y la elaboración de murales.
La construcción de el parque memorial requerirá de un intenso y minucioso esfuerzo de recaudación de fondos durante el próximo año. Esperamos que en el futuro, el parque memorial de la Masacre del Río Sumpul sea parte de una ruta de memoria histórica que interconectará múltiples municipios y diversos lugares de masacres y asesinatos en Chalatenango.
Objetivo principal
Durante los próximos tres años, la Asociación se enfocará en el diseño y la construcción del parque memorial de la Masacre del Río Sumpul. Para esto, se crearán diferentes vías de acceso al lugar de la masacre, se capacitarán guías locales y se promoverán visitas guiadas en torno a la memoria histórica. También se colaborará con la planificación de una ruta de memoria histórica que incorpore sitios de masacre, murales, capillas y museos a lo largo de todo Chalatenango.
Pasos a seguir:
Realizar cada año una campaña de recaudación de fondos para construir el parque memorial de la Masacre del Río Sumpul.
Continuar la coordinación con organizaciones o instancias aliadas, nacionales e internacionales en un proceso de diseño participativo para el parque memorial.
Colaborar con las municipalidades y otras autoridades competentes en la planificación de una ruta de memoria histórica a lo largo de Chalatenango.
Iniciar diálogo con MARN para lograr que la cuenca del Río Sumpul y el sitio de Las Aradas sea área natural protegida.